jueves, 26 de agosto de 2010

donde está el malestar?

Durante algunos años estuve renegando de cada uno de los momentos inconvenientes, al principio como una interpretación clara de lo “mal” que estaban yendo las cosas, aseguraba pues que era mala suerte, algo indeseable, en las primeras ocasiones de frustración nunca me detuve a pensar por qué sucedían tales circunstancias. Posteriormente unas ves que las peores situaciones habían pasado para dar espacio a lo siguiente, siempre dije, no pude haber tenido una vida mejor, no tenía el conocimiento de los ritmos de la vida , es fácil entonces decir que hoy amas algo y mañana es lo peor que existe en tu esfera experiencial. No cabe duda que cuando no tenemos conocimiento y lo que es a veces más difícil sabiduría, eres un ser totalmente reactivo, polvo que lleva el viento según sus caprichos, no entendemos la belleza de los ritmos de la vida, no sabemos bailar al son que la vida misma nos toca.

Con el fin de no permitir más sufrimiento hice proyectos de vida, planee lo que sucedería al pasar de los años, elabore cálculos, fui idealista, soñador y aprendí a imitar la conducta emprendedora que me decían que servía. Hice grandes esfuerzos. Y la conclusión de todo este proceder es que solo a veces obtuve lo que “quería”, quizás hay que aclarar que es difícil para cualquier persona tener plena conciencia de lo que en verdad quiere y poder separar esto de la idea que el entorno o el contexto social ha hecho creer que quiere

Llego entonces a una primera conclusión, cualquier hombre o mujer que quiera vivir verdaderamente primero tendrá que perder el miedo a morir. Es entonces importante puntualizar que todos los esfuerzos descritos han sido derivados del miedo a morir, esfuerzos inútiles en vida en el momento en que una amenaza real no era posible, estaba viviendo en base a la muerte, estaba viviendo para la muerte. ¿Por qué me atrevo a hacer esta descripción?, esto se debe a que cualquier esfuerzo estaba inducido por el miedo a sufrir, que en últimas instancias se debe al miedo a la muerte, por ejemplo; una persona que tiene dificultades económicas, y que se ha quedado sin trabajo, es posible que tenga miedo de quedarse la siguiente semana sin comer, lo que querría evitar en ese sentido es el hambre, y en últimas instancias morir de hambre, detrás de todo esto se esconde la muerte. Ya algunos proactivos han dedicado trabajo a la descripción de este fenómeno, Freud con la descripción del impulso de muerte o tanatos, lo hizo.

No es posible entonces emprender un camino al éxito, porque el éxito está disfrazado de muerte, un éxito imposible de experimentar, el éxito único que todo ser humano puede experimentar es ahora.....